LUCHO ROA .- GUITARREANDO A BENEDETTI.-
Espectáculo donde se mezclan distintas variantes y donde predomina fundamentalmente el canto, el cantor y los poemas como canciones. El montaje también se realiza desde diversos perfiles. Por una parte está la imagen a través de diapositivas y alguna que otra puesta en escena desde una perspectiva puramente teatral. Por otro lado está la voz. La que recita los versos de Mario Benedetti y la que los musicaliza. Ambas componen un mestizaje de discursos y registros. De la melancolía del ritmo melódico se pasa al arrebato del tango. Y todo ello a través del filtro de la guitarra y el violín, binomio perfecto en cuanto a la creación de estados de ánimo se refiere. De esta forma el público se ve impulsado a participar desde un principio. A través de la sorpresa se busca su identificación y finalmente la complicidad con la palabra propuesta y su mensaje. En definitiva, un trabajo que pretende ser riguroso y preciso con la esencia poética de Benedetti. Al fin y al cabo, un pálpito interno sólo asimilable a partir de un estudio profundo de la obra del autor uruguayo.
¿Porqué Benedetti? Tal vez por ser un claro ejemplo de escritor-espejo. Es decir, el poeta con el que es fácil reconocerse. Un autor que ha cultivado el surco de todos los géneros literarios: narrativa, teatro, ensayo, poesía, artículo periodístico, etcétera. Todo ello para conformar una herencia humana y social crecida desde el verbo. Poeta octogenario, lúcido e incisivo. Cronista inefable del exilio y la rutina contemporánea de América Latina. Su verso sencillo, a la vez hondo e intenso,representa su mayor herramienta de comunicación.